Función Ovárica Normal
En las mujeres en edad reproductiva, el ovario segrega estrógeno y progesterona en el torrente sanguíneo. Estas dos hormonas preparan el endometrio (el revestimiento del útero) para la implantación de un óvulo fecundado. La glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, influye en la producción de hormonas ováricas y en la ovulación mediante la secreción de dos hormonas, la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Tras la estimulación por la FSH y la LH, un folículo que contiene un óvulo inmaduro comienza a desarrollarse dentro del ovario. A medida que el folículo crece, secreta cantidades cada vez mayores de estrógeno. Cuando se segrega una cantidad suficiente de estrógeno, la glándula pituitaria libera una gran cantidad de LH, lo cual hace que el folículo libere el óvulo (ovulación). Si el óvulo no se fecunda o no se implanta en el endometrio, la secreción de estrógeno y progesterona comienza a disminuir aproximadamente siete días después de la ovulación. Con la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona, el endometrio se desprende y se produce el período menstrual (aproximadamente 12-16 días después de la ovulación).

La liberación cíclica de FSH y LH por parte de la glándula pituitaria está muy regulada y se desestabiliza con facilidad. Cuando la glándula pituitaria no libera cantidades adecuadas de FSH y LH, la ovulación puede no ocurrir y se puede interrumpir el ciclo. En algunas mujeres que no ovulan, el endometrio es estimulado por la continua exposición a los estrógenos sin niveles suficientes de progesterona para permitir su desprendimiento completo. Esto a la larga puede causar sangrado irregular o abundante. Si la exposición al estrógeno es continua, las células en el endometrio también se pueden llegar a sobreestimular y, finalmente, pueden desarrollar cáncer de endometrio.

Causas del Sangrado Uterino Normal
El sangrado uterino anormal (SUA) puede deberse a anomalías estructurales del útero. Algunas de las causas estructurales más comunes del sangrado uterino anormal incluyen lesiones benignas (no cancerosas) del útero, como pólipos, fibromas (miomas) y adenomiosis (engrosamiento uterino causado por el crecimiento de tejido endometrial en las paredes externas del útero). Otras causas incluyen el sangrado asociado al embarazo, que incluye el embarazo ectópico y el aborto espontáneo, así como trastornos hemorrágicos que afectan la capacidad de la sangre de coagularse normalmente. Las lesiones del cuello uterino o de la vagina (benignas y cancerosas), las infecciones crónicas del endometrio (endometritis), el tejido cicatricial (adherencias) en el endometrio y el uso de un dispositivo intrauterino (DIU) también pueden estar asociados con el sangrado uterino anormal. Otras causas de sangrado anormal incluyen los medicamentos que pueden afectar la liberación normal de estrógeno y progesterona; los problemas médicos crónicos como la diabetes mellitus o los trastornos en el hígado, los riñones, la glándula tiroidea o las glándulas suprarrenales, u otros problemas médicos que pueden afectar la producción y el metabolismo del estrógeno y la progesterona. El estrés emocional o físico, así como los cambios significativos en el peso corporal, pueden alterar la liberación de la FSH y la LH por parte de la glándula pituitaria y prevenir la ovulación.

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